viernes, 12 de julio de 2013

Capítulo 10 - Ana

Cuando despierto ya ha anochecido, lo que significa que mis padres ya deben haber llegado de su maravilloso viaje a París, sin mí, y también significa que aún me quedan un par de horas para dormir. Doy vueltas y más vueltas pero no puedo volver a pegar ojo, así que me levanto y cojo el móvil. Efectivamente, aún quedan tres horas para que empiece el instituto. Tengo una llamada perdida de Álex y dos de Estefi, otra de un número desconocido, por suerte silencié el móvil antes de irme a dormir.
Enciendo la luz y busco en el armario lo que me voy a poner para ir al instituto. Elijo unos pantalones vaqueros oscuros y un jersey color carne. Me tiro de nuevo sobre la cama, sin saber qué hacer ahora. Vuelvo a coger el móvil y comienzo a investigar.
-Mierda- digo en mitad de la oscuridad. Tengo un mensaje de Josh al que no contesté.
'Bueno, te deseo suerte con tu trabajo. Ha sido un placer hablar contigo'
Suspiro. Esto parece el final de nuestra conversación y solo espero poder volver a sacarle conversación.
'Muchas gracias, lo mismo digo. Espero hablar a menudo contigo'
Lo envío y vuelvo a quedarme parada. Son las 5, ¿qué hago yo ahora hasta las 7? Cojo los auriculares y los enchufo al teléfono. Voy al reproductor y selecciono el nuevo disco de MUSE, perfecto para terminar de despejarme. Miro los twits de Estefi y Álex, pero ninguno a puesto nada que se refiera al incidente de ayer. Paso y miro los de Adrián, aprovechando que Estefi no puede arrancarme el móvil de las manos. Tampoco hay nada emocionante, solo conversaciones con sus amigos. Pero una de ellas me llama la atención, una en la que habla con su amigo Juan y le dice que espera verlo el sábado. ¿Se va Adrián a Barcelona a visitar a su amigo? Aunque finjo que no me importa, en realidad tengo curiosidad por saber a qué va a Barcelona.
Un timbrazo hace que pegue un saltito. Un nuevo mensaje en Twitter, ¿quién puede mandarme un mensaje a estas horas? Cuando veo quién lo ha mandado, siento como si algo revoloteara en mi estómago. Es un mensaje de Josh y me pregunta qué hago despierta a estas horas. ¿Sabe la hora que es en España? No puedo evitar soltar una risa tonta.
Le respondo con la verdad: ayer fue un día muy duro y me acosté excesivamente temprano.
'¿Quieres desahogarte y contarme tu día difícil?' me pregunta.
Tomo un largo suspiro. ¿Esto está sucediendo? Miro el reloj, en Atlanta deben ser cerca de las doce de la noche.
'Es mu aburrido. Además, allí es un poco tarde, ¿no?'
'No te obligo a contestar. No tengo sueño y estaría bien entretenerme con algo'
'¿Aunque sea una tontería de adolescentes muy aburrida?'
'¿Por qué no? Estaría bien conocer algo de los problemas de adolescentes'
Ante esto me quedo un poco aturdida. Él ha sido un adolescente, ¿no debería conocer estos problemas? Pero decido no preguntarle y me lanzo a contarle lo perfecto que fue mi día de ayer.

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